miércoles, 21 de noviembre de 2012

ENCUENTRO DE ESCRITORES EN PLAZA HUINCUL Y CUTRAL - CO

Se realizaron presentaciones de libros, mesas de lecturas de poesías y narrativa, ponencias como: "Enseñar Literatura en la escuela técnica", entre otras. Disfrutamos, también, de una Galería de Arte, donde se expusieron pinturas y fotografías de artistas plásticos locales y de la región. (En la foto: Marinas, de Sabina Sosa, artista plástica de San Carlos de Bariloche)
La mayoría de las actividades se desarrollaron en el Centro Cultural Gregorio Álvarez, perteneciente a la Fundación YPF. 

obviamente disfrutamos de un exquisito pernil, como lo atestigua la imagen...

Y hablando de festejos, les dejo un cuento inédito:


SIN ALFOMBRAS
             Viandante del mundo, que tuvo a sus pies. Con afán, chequeras, gente a su servicio; disfrutó de la riqueza a través de la explotación. Jubilación de privilegio, pagando favores lo encumbraron en la sociedad. Todo válido para sus alfombras rojas, muchas veces, de dudosos caminos... con silencios comprados.

            Más la vida… le llevó la vida, robándole los afectos. Y el hombre allí estaba. Festejaba su cumpleaños casi centenario. Había añoranzas en la desolada mesa de roble, junto a la chimenea de la sala.

La hija lavaba las soledades del agasajo en la pileta de la cocina.

Él siguió sentado registrando, en el rellano de los años, los mensajes de sus huesos, en las manos y en sus encorvados hombros. Los oídos se le han cerrado al universo. Y su “haber económico” ya no le sirve. El cartero no pasó para entregar un presente. Y el teléfono no ha sonado en todo el día.
Pero el hombre es altivo. Bebió el último sorbo de vino francés y dejó la copa de Baccarat, solitaria, sobre el mantel de hilo blanco. Bajó hacia la cocina por la escalera que lo separaba de la realidad. Con sus manos, cargadas de mandatos desafiantes, agarró la escoba que esperaba en el rincón y, lentamente, se puso a barrer a espaldas de su hija.
─¿Dónde se pondrá esta basura?... ─se preguntó, desconcertado.
Miró a su alrededor; tomó conciencia de que nadie lo asistía. Ya no había alfombras rojas que lo idolatraran.
Se sentó en un banco sin almohadón. Por primera vez, una traicionera lágrima se estrellaba en su chaleco de seda.
o.i. RPI 753086/11 

1 comentario:

A. dijo...

Que lindo Normi! Un placer pasar por tu blog. Besos y abrazos desde Norway! :D